Violeta

LA SACIEDAD DE UN HOMBRE

La lluvia devuelve los pensamientos lejanos,

los refresca con sabor de miel.

 

Dulce que empalaga el corazón,

dulce miel que envejece.

 

Con el recordar los instantes 

que llegan a emocionar las ganas.

 

Lluvia, agua que emana  del Olimpo

donde los dioses  envidian,

el ver deseosos de volver .

 

Veo las gotas dibujar en su roció

la figura de un cuerpo amado.

 

Amado, hasta la saciedad de un hombre

que entiende  y comprende

lo difícil de tenerla sin temor.

 

Siempre habrá nostalgia,

 en perder lo querido,

dolor que amarga el alma

y ablanda la serenidad.

 

La lluvia con el tiempo se lleva en su andar,

 las cosas bellas más preciada de un ser.

 

El recuerdo no abandona

la saciedad de un hombre.

 

El afán,  de conservar los recuerdos  perdidos,

dolor que se piensa jamás olvidar.

 

LALLUVIATRAJOTURECUERDOAMI