Quisiera retroceder el tiempo y
llegar a aquel momento en que me miraste a los ojos profundamente
y dijiste que siempre estaba dentro de tu mente,
que era tu única verdad y tu fuente de felicidad.
No olvido tu mirada;
aquella que me hace sentir segura,
aquella que me dice te amo,
sin necesidad de pronunciar palabra alguna.
¿Cómo hacer para olvidarla?
¿Cómo hacer para sacarla de mi mente?
Esas son preguntas que espero
jamás sean respondidas,
pues tu mirada ya es parte de mi vida.
Es un sentimiento profundo,
es algo completamente indescriptible;
es como si tuvieras un pedazo de mi corazón en tus manos
y cada día lo acariciaras suavemente y
luego lo guardaras junto a tu corazón;
aquel que me ha hecho revivir y que ha logrado dibujar una sonrisa dentro de mí.
Yo sólo espero pacientemente ese momento
en que nuestras manos se junten eternamente y jamás se suelten.
Y sonrío ansiosamente,
mientras tu mirada está dentro de mi mente.