walter rafael aguero gomez

Prórroga para ser feliz

La mirada se volvió

hacia esos detalles del Altísimo.

Las aves aparecieron

en el cielo,

en las ventanas,

en los árboles.

Los niños se acercaron,

dejando el aroma de un abrazo.

La alegría de vivir,

vino vestida de risas y canciones.

El caminar

se encontró con cada amanecer

que fue quitándole el velo

a los árboles

y a los seres

que coexisten en tu plano.

Es otra prórroga,

pigmentada de amor, de luz y armonía.