Araceli Vellber

Aquel maldito encuentro.

Aquel maldito encuentro.

Ahora vienes, para arrebatarme

Lo poco que me queda,

A dejarme sin alas

Y a desplumar mis venas.

Ahora vienes, a devorar mis entrañas

Cuando ya, no queda nada

Y me encuentro sola.

Sola, con la mortaja, reflejada en mi cara,

De tus palabras,

De tus mentiras,

De tus injurias,

Y de tus malas patadas.

Fuiste, aquel hombre alegre,

Cuando cerrabas la puerta de casa

Y esa misma fiera, cuando entrabas,

Lleno de la prepotencia, de unas malas copas

El abuso de tus drogas,

Y el uso excesivo, de creerte dueños de las cosas.

Obligada, a regalar sexo

Para ofrecérselo, a tu sucia boca.

No te necesito

Pero, me di cuenta tarde

Cuando ahora yazco, muerta.