mont

A MI MADRE

Una vez instalada
tus latidos ya sentía,
y sin tu darte cuenta
me alimentabas día a día.
Tu cuerpo me daba calor,
tu respirar me daba aire,
y en muy poco tiempo,
ya salía a saludarte.
¡Madre! gritó mi interior
así te vi por dentro ,lo mismo que por fuera,
por dentro el alma pura
y por fuera la belleza.
Sentí tus brazos,
apretándome contra mi cuerpo,
y cuando lloraba,
sentía tus palabras de consuelo.
Fui creciendo poco a poco,
tú me fuiste guiando,
si caminaba por un lado oscuro,
te me guiabas por uno claro.
Si mi corazón estaba herido
tú me lo curabas,
si mis ojos lloraban,
tu mes los secabas.
Tengo tanto que agradecerte,
por ser mi madre,
que todo lo que haga ,
nunca será lo bastante.
MONT