La lluvia agrieta el cristal 
el invierno se siente lento 
y aquellos rostros 
que no volverán 
en oquedad del mar 
haciéndose sal y hielo.
Vehementes los dos 
tan llenos de dolor
sanaremos los recuerdos,
ninguna mirada atrás 
en espejo de la piel 
más cerca el firmamento. 
La misma vieja canción 
insaciables tus besos 
ciñéndome mucho más
que el universo entero.
Poema en Autoría de Lucero Moscoso 
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Diciembre 11 de 2.014.