Raul Gonzaga

Eterno Momento

Sentir entre los míos esa tan dulce miel

De tus labios tan suaves, exquisito placer;

Sentir el universo, sentir desfallecer,

Porque toques de seda estremecen mi piel;

 

Escuchar en silencio los susurros de amor

Y tocar suavemente esos hilos de sol;

Trascender el espacio en inmenso fulgor,

El brillo de tus ojos: llamas de tu pasión;

 

Surcar el infinito, sin sentir la fatiga,

Sino abrasarme todo al sentirte tan mía;

Mirarme en tu regazo el alma adormecida

Por vivir un instante de extasiante agonía;

 

Entender el principio, el objetivo de todo,

Conjuntar alma y cuerpo, convertir plomo en oro,

Desvelar el misterio, el oculto tesoro,

Que encamina a los hombres a encumbrarse en su trono…