Juan Senda

(((((((DESDE EL BESO A LA GLORIA)))))))

DESDE EL BESO A LA GLORIA

 

La íntima mirada me despierta en ti ángel mío,

 

y por más que padezca este llanto o suplicio,

 

en esta mazmorra donde aquí yo vivo,

 

no podré hallar  lo que yo tanto ansío,

 

y lo que tanto quiero que a veces me muero

 

en este castillo de penumbra y silencio.

 

 

Oh, duras cadenas mías y que cruento martirio,

 

no veis cómo muero  de amores cautivo,

 

no lo ves crisol dorado  no lo ves mi zagalita. 

 

 

Te llevo allá muy dentro de mi  alma por eso delíro,

 

por eso padezco y siento muy hondo este llanto mío. 

 

 

Oh, cuánto te pienso, zagalita mía y cuánto yo te suspiro

 

por esos tus ojos de plata de ónice y de zafiro.

 

 

Ya  estás en mi alma esculpida y dentro de mis antorchas

 

y de mi espíritu,

      

ya estás en mi pecho y cuando te pienso y te veo tus

 

cielos divinos

    

la locura de amarte en las dunas solitarias y en los

 

senderos floridos

 

y tú  mirando a los cielos a la par de nuestras cuatro pupilas y las

 

del niño.   

 

 

Hay gotas de sangre  que aman hasta lo infinito

    

tú eres la gota de agua para mis labios sensitivos.

  

   

Tú eres el dulce  beso y el susurro de los bucles blanquecinos del

 

río

    

y la brisa que  acaricia la piedra angular que sostiene mi amado

 

paraíso

     

y eres la tenue montaña y las cañadas y cordilleras de mis  

 

suspiros.    

 

 

Cuando pues te pienso ya te quiero y te beso y ya respiro,

   

te llevo muy dentro y en pleno llanto te abrazo y ya resucito.

 

 

Ay, qué hondo es amarte y qué gloria es tenerte en tus cielos

 

conmigo, 

 

y poder adorarte desde el beso y el abrazo y la caricia en mi rostro

 

amor mío.