Irene..

Mendiga poeta.

¿Le sobra un poco de amor caliente?
me vendría bien para alimentarme fuerza.

 

Es que no he comido nada en toda la mañana de cariño.

 

Las mañanas son lo más difícil.
¿Sabe?, despierto a la cruz de otro nuevo encogimiento de frío.

 

Busco por todas partes, algún rincón de luz que llevarme a la boca.
Y siempre me acuesto con el estómago de la compañía vacío.

 

Desvanecida de inanición amada.

 

Pero todo tiene el precio impuesto de lo que vale pagamento.

 

Y yo solo tengo mis harapos de dignidad, manchados de inocencia
me vienen demasiado grandes por talla contrahecha.

 

Por eso voy arrastrando el agujero de los zapatos.

 

Para que la lluvia tenga siempre
paso libre aguacero a su llanto encharcado.

 

Que hable como quiera su poema atormentado.

 

No se preocupe por mi desangelada suerte
tengo la casa más brillante del mundo.

 

¿Quién puede decir..

 

..que por techo las estrellas
..y por alas el campo lunar?.

 

Mendiga poeta, pidiendo siempre abrazos
por caridad de alma entre la gente.

 

Hada de la humildad, disfrazada de ausencia
que todo lo ve y entiende.