María

Mi Maestro

Él me convirtió en una viajera incesante por el lenguaje. Fue mi guía a la hora de aprender a saltar obstáculos. Fue el espejo en el que deseaba proyectarme. Supo volverme una degustadora de la vida con su enseñanza suprema. Estímulo y metas sustentadas en palabras precisas, paciencia acérrima.

 

Hoy, en la red del entretiempo, en la breve cornisa en que anclo, observándome crecida agradezco su entrega total. Lo lloro porque ya no está, mientras preservo los diplomas que en nombre de La Vida  me quiso otorgar...