Acuarela

Llueve

 

 

Llueve;

y aún te siento en mis labios

ni la lluvia puede arrastrar tu sabor,

mi corazón callado se estremece,

recordando a nuestros suspiros entrelazados...

 

Sigue lloviendo;

y aquel día que el reflejo de tu sonrisa

apasionadamente se enamoró de mi voz,

voz que hoy grita tu nombre,

nombre que vive abrazado a esta ausencia maldita.

 

Llovizna;

hoy la primavera se ha secado,

los otoños duermen...

y ese ligero viento que me abraza

me ahoga en mis delirios.

 

Llueve;

y la sedosidad de tu piel que dejaste

me envuelve día a día en caricias

y como el vino en la sangre; me acelera,

y me acuno en mi melancolía.

 

Nunca deja de llover;

Lluvia que acaricia la ventana

y me pierdo en el pasaje de tu calor

a ratos me desmayo en mis adentros,

al irse tu alma, se llevó la razón.

 

Acuarela