Raúl Daniel

Una Fantástica Historia Común (VII) Raquelita

 

Raquel nunca viajó tanto,

y mucho menos en moto,

por lo que tenía cuadrado

y entumecido su “poto”.

 

¡Bolivia!, ¡Perú!, ¡Colombia!...

parando de cuando en cuando

para mezclar el placer

de viajar con los encantos

de un hombre y una mujer...

 

“Sexo, Drogas, Rock’n’Roll”

era el lema de la barra,

que no paraba la farra

(sólo a veces por comer,

y también en tibias noches

alguna dulce guitarra...)

 

Entre Santa Fe y Cartagena

hay unos valles preciosos,

y en un campamento de esos

fue donde nació la nena.

 

Pesaba más de tres kilos,

era blanquita y muy buena,

con rulitos como el padre,

que le quedaban hermosos.

 

Raquel no se acostumbraba

ni sabía bien qué hacía,

aunque por nombre le puso

(a su hija): Luz María...

 

El sol siempre se dormía

entre violetas y rojos...

y lágrimas a sus ojos

casi siempre le salían...

 

Pero también sucedía

que entre el ruido de motores,

gritos (y las bellas flores)

¡cada día es otro día!

 

Su hombre aún la atraía,

aunque era algo rudo

(y sobre todo en las noches,

por su amor se estremecía).

 

Así que anduvo y anduvo

con su hija, cual gitana,

cruzando muchas fronteras,

llegando hasta Guatemala...