DONNA PROSA

PRISIÓN- Soliloquio-




Hasta los maniquíes andan desnudos (detenidos en el tiempo)
posan para sabe quién, mostrando sus secretos con una mirada sin prosa -sin lenguaje-
apuntando a los productos decomisados por un bien de carne;
no hay protesta para la estatua de material reciclable
ofreciendo atributos sobre la \"venta del alma\"
y la habilidad para embaucar al ave lastimada por los suspiros del viento,
\"no hay perdón de Dios\" para de nuevo soportar estos embates del destino,.

Mirando la luna derramándose en ese mar quebrado, sus ojos apretaron el sufrimiento de seguir otra vez atada a la noche, salpicando sus entrañas entre silbidos muertos de lobos acreditándose el terror, de ser ella carroña para los hambrientos de amor$

Me aprisiona pensar en ti, detenidamente mirar la muralla invisible
que deja correr sus fotografías y bosquejos a medio hacer,
-caminos sin recorrer- y tantas personas desplazándose a sus secuestros del tiempo,
dejándose llevar por la muerte, están ellos,
dejándose en el color deprimente maquillados de expresiones artificiales,
disfraces ocultando la dosis negativa de problemas que van creciendo con el lenguaje del pecho,
a latido y latido un segundo es el helio inhalando en el globo sanguíneo
prontamente a reventar sí no detengo tu olvido. 

-Despierto- no sé cuando, pero, desgarro el musgo creciendo en mis ojos,
la calle está vacía y callan las voces de ayer-
mi verbo está catatónico, no puedo torcer mis emociones-
cuesta gritar, cuesta hablar, cuesta declamar naturaleza,
muevo el músculo motriz, lo muevo un poco,
el pulso vuelve a mi,  y \"siento feliz\"
crepúsculo girando en mi espiral de carne
balbuceando con mis labios \"Carpe Diem\"


Desertó de la vitrina, me auto-exilio muy lejos del consu -mismo fatal de la agresión torácica,
aniquiló unas cuantas lágrimas con el sudor de mi libertad,
y cuando vuelvo a pisar la tierra pavimentada del pasado
en ese instante plantó un árbol con ayuda de \"Sofía\"
ella dice:
que las raíces ocuparan el lugar de tus arterias
sus frutos un corazón para cada estación del destino
y lo verde, la paz y tranquilidad que necesita el adiós coagulado en angustia.


Dice:
\"No me gustaría que las hojas fueran roja-sangre, ya que, en las estaciones que siempre me detengo se destiñen las hojas o caen para ser renovadas por el tiempo, me gusta la plenitud emocional, y por ende, evitó cortar el árbol del amor. Ya que sí se pierde el verde es lo mismo que despertar con una navaja en el alma\"