María

Se huele a Primavera

Afuera es primavera. Y me subleva. Todo fulgura. Y me exacerba. Escucho risas. Y me encrespan. Presumo amores. Y me despechan…

 

 

Porque yo siento frío aunque por años busqué con afán lo tibio. Porque me duele el alma condenada a mi propio ostracismo. Porque adentro el paisaje es seco y la profusa aridez me condena a la hondura.

 

 

Se huele a primavera y mis sentidos, acortados, distinguen sólo mis restos. Sobrantes empedernidos en no aceptar asilos.