Amor que llegas en silencio y te dejas ver
 Que tocas a mi puerta con manos  temerosas
 Vienes a decirme al oído que besas otra boca
 Que eres real como el cielo, pero no puedes ser
 
 Llegas a mí y te vas, pues alguien más te llama
 Es que te esperan en casa, allí tienes otro lecho
 Tus ojos iluminan mi sombra, me palpita el pecho
 Te vas y tu aroma queda, durmiendo en mi cama
 
 Eres amor robado, de esos que no están permitidos
 Tan fresco como el viento, tan ardiente como el fuego
 Que apuesta tu vida por un beso, en la mesa del juego
 Y al terminar la partida, vuelve y vuelas a otro nido
 
 Llegas, y luego de amar te vas, pero te quedas por siempre
 En casa te espera un señor, allí tú volverás a ser su señora
 En su cama, te espera el deseo; en mi lecho, el amor te añora
 Tus huellas, quedaron en mi piel; a mi, me llevaste en tu vientre