Raul Gonzaga

Bienaventurados

Son bienaventurados los pobres en espíritu

Por tener la humildad de buscar Tu Camino;

Ellos se ganarán el Reino más divino

La armonía del Cielo el lugar más tranquilo;

 

Y también los que lloran porque se han caído

Sin embargo se sanan con el llanto vertido;

Con el dulce consuelo de ese Divino Aliento

De esa dulce palabra de Nuestro Padre Eterno;

 

Y dichosos los mansos pues tienen el control

De la sabiduría, de la fe y del amor;

Ellos serán los dueños de la otra humanidad

Porque sólo aprendieron a, su hermano, apoyar;

 

Los que tienen esa hambre, esa sed de justicia,

El deseo ferviente de obedecer tu guía,

Serán siempre saciados, saben obedecer

 A mandatos divinos que les dictaba el Bien;

 

Los misericordiosos, los que nunca condenan,

Los que siempre perdonan, con el perdón se quedan,

Y vivirán por siempre sin el remordimiento

De haber lanzado piedras ni con el pensamiento…