Raúl Daniel

Una Fantástica Historia Común (III) El viaje

 

Subieron el equipaje

en el bus interurbano,

estaban muy apurados

por comenzar este viaje.

 

La noche ya se venía

con todo lo que ella trae

(sobre todo golosinas,

que siempre llevan las madres).

 

Cuando quitaron el freno

y roncó fuerte el motor

se pusieron muy contentos,

dijeron: -“¡Gracias a Dios!”

 

Nadie quería discutirlo,

pero era lo mejor,

ponerle mucha distancia

a ese horrible cobrador.

 

La luna en la ventanilla

poquito a poco subía,

y como siempre, al principio

estaba bien amarilla.

 

Raquel quería dormir

para hacer más corto el viaje,

José se quedó parado

para no arrugarse el traje.

 

Por supuesto los pequeños

daban trabajo ¡qué pucha!

y aunque mamá ponía empeño,

siempre perdía en la lucha.

 

Don Juan se puso muy serio

e impuso guardar silencio

(callados hasta parecen

sabios los que son necios).

 

Rodando seguía el bus,

la luna ya estaba blanca,

no lo querían decir,

pero tenían esperanza...