Johnny Rock

Cuento de Navidad.

La crisis apretaba sin piedad ese frío Diciembre. El desempleo hacía estragos como un monstruo devorador en la sufrida clase media, y el trabajo escaso encogía los bolsillos.

Alberto era un mecánico, trabajador y honrado,hombre de familia, que ahora apenas podía llegar a fin de mes.Suprimió incluso las copas ,que antes de cenar tomaba en el bar de Donaciano,justo abajo de su casa,con sus amigos Ramón y Miguel Angel, en tertulias donde se hablaba de lo humano y lo divino,tras el duro trabajo diario,una vez quitada la grasa de sus manos. 

Siempre por esas fechas compraba  un décimo de lotería del bar,pero ese año decidió no hacerlo para ahorrar.Le costó mucho llegar a esa decisión,rompiendo con lo tradicional,del mismo modo que ya habia aprendido a renunciar a muchas cosas.

El Sorteo de la lotería de Navidad,es el mas popular rito ancestral de España, y los niños del Colegio de Sal Ildefonso,van cantando los números toda una mañana a través de la radio, con la gente esperando ansiosa que los millones caigan en su ciudad.

Cuando fué a casa para almorzar,Alberto se enteró por su mujer que el \"premio gordo\" había tocado en el bar de abajo; toda la serie.Y  ella, alborozada de alegría, daba saltos.Alberto tras  reponerse del escalofrío, le confesó que ese año no lo había comprado.

Tardó un rato, tenso como el cable del equilibrista, en que se repusieran del golpe.Tras él, su esposa le dijo: Bueno hombre, no pasa nada.Ves abajo, que ahora estarán celebrándolo.Vé y felicita a tus amigos.

Alberto haciendo un esfuerzo supremo bajó, y se encontró metido en un jolgorio lleno de risas y felicidad.Sonreía con el esfuerzo de un torturado, y abrazaba a la los amigos y clientes como un robot.

Al felicitar a Donaciano,éste,tras abrazarlo le dijo:

¿Quieres una copa Alberto?

Mejor un café calentito,respondió.

Deseando volver a casa, le preguntó a Donaciano.

Me tengo que ir amigo,ya sabes el trabajo. ¿Que te debo?

Donaciano respondió ;Veintiún Euros.

¿Como,  veintiún Euros por un café?

Donaciano sonriendo le  contestó:

Claro,uno por el café, (y dándole un sobre con su nombre escrito) añadió : mas veinte de tu décimo,que este año has tardado en recogerlo tío.

 

Aún queda gente buena, a quien Dios dá el espíritu navideño, que debiera renovarse anualmente.