santos castro checa

Alcoba blanda sin espinas

Alcoba blanda sin espinas
 
Mis ansias locas en la efervescencia
de mil roces de lujuria,
con la brisa de nocturnos se confundan
en sueños de placer y de tormentos;
y tal vez en mi delirio sea el desaliento y cunda;
mas, no he de maldecir
a un amor infiel, dama, que ha de abrasar
a esta piel que por tí muere a fuego lento,
que ha de consumirse
entre las brasas del tormento
¡impura!
entre las sombras del silencio...

Y es que mi corazón ¡pobre diablo!
tras tu silueta curvilínea se acelere loco, el desgraciado;
más, debo callar a esta pasión que me consume,
que me desangra sin medida en mi pasión...
¡ay! vecina, vecina, arrogante y descarada,
del escote atrevido en tu pecho borboteante,
si tus pezones desafiantes son mi mal locura
¡locura, locura!
Si en tus sedosas piernas desvarío, necia,
y sobre tus carnosas nalgas, redondeadas,
solo sé que disfrutaría bien
¿y está muy bien? ¡si hasta me quemo en la mirada!
¡oh! Mil sensaciones me provoquen al pecho
un golpetear indescriptible,
y algo más, si hací pudiera el contentarme,
que simulare con rubor y fingir mentira
la indiscreta cremallera...
Si supieras ¡ah! Si supieras
que mil noches húmedas yo preservo
para un casual encuentro,
donde pretenderte, si pudiera,
al olvido los pudores,
y tus prendas rosa desvergonzadamente
¡ah! en tus prendas rosa se descubran
la furia escondida de encantos tan carnales
¡encanto, encanto, en el umbral de las alcobas,
recostados, tibiecitos, en los lecho púrpura,
de una alcoba blanda sin espinas...!

Tal vez se enardezca hasta el delirio mi lascivia,
o quizá sea pura o tal vez impura
provocación lo que sintamos;
pero, loca, despertemos ya a la realidad esta ¡tan nuestra!:
Tú con él, soñandome implacable, atrevida,
entre mórbidos gemidos tus labios encendidos,
y yo ...¡estúpidamente! deseándote mía
en la desgracia
del silencio amargo de mi suerte.


01-11-14