La Araña/

Dosis alcalina de baterías muertas/

 

 

No lo sé, trasquilando el derecho de la libertad está la oveja,
desnudando la piel al granjero atado en la cumbre del árbol,
de vaíven a vaíven los sueños parecieran doler en do sostenido,
y mi guitarra anclada a mis entrañas, asfixia mi derecho a latir,
melancolía sensación de tocar sin el tacto de la instuición es,
enredarte mis arterias en tu corazón de piedra, impactado
por toda la contaminación de un planeta cayéndose de su órbita,
-así me siento yo-
perdido,
buscando algo,
buscando la pérdida
[mi sentido de ausencia]

-Buscándote-
Tan sólo encontrando migajas de cabellos de plata,
el cardumen de aves ahogándose en lágrimas,
la bandada de peces cortando el cielo incoloro,
una necesidad de hallarte emoción de porcelana,
y sentirte pálida hurgando la muerte con tus labios de
olvido/

No lo sé, hay una fogata de corazones hervidos en deseos impuros,
la carne fresca de la oveja sacrificándose otra vez por la simpatía
del granjero que usó su tacto más suave y limpio, con delicadeza
y ternura, rebajo los sueños de una nube enfrascándose en su ritual
donde muere la energía, y nacen las baterías sin el logotipo de
reciclaje, dónde deambulan por carne y cuerpo, donde se distraen
las estrellas, limbo saliendo de tu boca, suspiro de tus entrañas- 

nada más que eso, la persistencia de un recuerdo equivocado/
y
agotado,
deshidratados lagrimales,
y aún sigo buscándote
y aún sigo ausente
en la carga completa de una batería muerta/