kavanarudén

A mi amado y noble corazón

 

 

 

Calma corazón, calma.

Detén tu ímpetu voraz,

esas ganas de cambiar todo, sin más,

de acelerar el tiempo, cruel y mordaz,

de sentirte plenamente, sin peros, ni demás.

 

Calma, corazón, calma.

Ese frío intenso que sientes,

que proviene de lo profundo de tu vientre,

en calor se transformará, en simientes,

ten paciencia y déjalo que poco a poco entre.

 

Paciencia, paciencia que no tengo.

Me arrastro, cual vil gusano, pidiéndola,

pero sé que solo la alcanzaré sufriéndola,

caminando este camino cruel, luengo.

 

Calma, calma mi amado corazón.

Juntos hemos vivido tantas experiencias.

Hemos amado, sufrido, soñado y querido,

Cruzado mares, recorrido grandes distancias.

Fiel amigo, sobre todo, cuando me han herido.

 

Herido, herido, queriendo arrancarme la ilusión.

Ahí estuviste, fuerte, susurrándome al oído:

¡Lucha!, ¡álzate!, ¡no te entregues al sin sentido!

No dejes que nada apague tu luz, tu pasión.

 

Duerme, sueña, descansa….mi amado corazón.