mario mena mena

Me fui a pasear por las palabras

Me fui a pasear por las palabras y me sentí desconocido

entre el dulce perfume de los versos abiertos en celajes

el arco iris de pétalos en que el ama dice lo que vive

Miro cada canto flotar solo, suficiente consigo mismo

no queda rastro del cordón umbilical al minuto de nacido.

 

Entiendo que las palabras son como mujeres enamoradas

ansían el amor del amado pero necesitan ser conquistadas

nos dan señales, migas de pan para que veamos el camino

pero cuando llegamos tiene que parecer cosa nuestra

no que seguimos la música de su voz o la luz de sus miradas.

 

Ellas avisan desde distintos sitios, se insinúan discretas

se acomodan en temas la curva de sus siluetas

de repente se muestran obvias, luego desaparecen

es un enamoramiento que no se corre ningún riesgo

Ellas sólo aparecen completas cuando el alma corresponde.

 

Me fui a pasear por las palabras y me sentí desconocido

como enfermo que viene del hospital recién salido

pálida la piel, débiles los huesos, desconectados los hilos

Nos miramos a la cara, reencontrados, de la misma sangre

unidos por el mismo color, la misma música y sus latidos.

 

Me fui a pasear por las palabras y dejé de estar a oscuras

retorné al paso, al camino y volví a andar horizontes

a seguir tejiendo preguntas, a seguir laborando respuestas

En este trabajo necesario de alimentar de paz el alma.

 

No se puede simplemente hablar del concepto y el proceso

de operar el sistema para tener el producto o el servicio

que aunque esto es importante no responde las preguntas grandes

¿De dónde es entonces que vengo, se acaban aquí los pasos?

 

Háblenme hermosas, no transparenten sus cantos

que vengo de lavar mi piel, de llenar de ternura mis manos

y remojar mi mirada en quien todo es bueno y santo

Yo sólo tomo nota y voy cantando sus cantos

mientras sigo el camino por donde dejaré estos pasos.