Juan D. Carlozama

Felicidad fantástica felicidad

Y levantar la vista al cielo

y saber que es imposible.

Descalzo sobre brasas grises,

rodeado de demonios y cemento.

Cómo pelear si no tengo armas,

me arrancaron las uñas y volaron mis dientes.

Cómo despegar si para obtener mis alas,

necesito conquistar difuntos verdes.

Y no hay un enemigo a quien culpar,

más que a la pseudo felicidad construida por la gente,

que fustiga a la razón en su búsqueda insensata,

eterna angustia del tiempo presente.

Más la razón es flexible cuando en el caos se pierde

y la búsqueda se detiene y la angustia se evapora,

la felicidad se vuelve real al volver en el tiempo,

dichoso el loco que volvió su vida un cuento de hadas.