... Y en la noche, ir a tu habitación y verte que al sentirme llegar, dándome la espalda finges, dormir, por no querer notar mi presencia, frente a ti ...
syglesias
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DESPIERTA:
Despierta, quiero ver la belleza de tus ojos glaucos brillar a través de la luz del Sol, que delicadamente comienza a entrar en este amanecer por la ventana del cuarto, sin que por esta humilde petición estimes que te cause dolor, si como un atrevimiento lo interpretas, creyendo que no puedo llegar jamás arrepentido, arrodillándome a las puertas de tu corazón, buscando humildemente libertad, sincera y sentidamente…
Despierta, amada mía, que no deseo estar en la oscuridad de noches sin luna, por no tener ninguna orientación, sufriendo amargamente sumido en soledad al no querer notar nunca mi presencia a pesar de saber que hace mucho tiempo tienes mi alma calladamente amarrada, arrodillada a tus pies, reflejando en el rostro por tristes ojos, toda una historia por una vida muy difícil de contar, sin una lágrima que derramar…
Despierta, que mi ilusión mirándote fingiendo o no, estar dormida, de ninguna forma por manera, me hace por derecho de lo vivido ayer, volverte hacer mía en despreciados brazos, si tu pensamiento igualmente cautivo al mirarme no es como el mío, reprimido, rompiendo tus mordidos labios con este cruel silencio que nos ha alejado de continuar escribiendo juntos amándonos otra página del libro de esta historia, no narrada.
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Sergio Yglesias García
Caracas, 05/11/2014 12:00 PM.