Josefina 46

LA PERRITA LUNA

La perrita Luna es todo amor,

curiosa, voluntaria, vivaz y valiente

y de raza Teckel de las más pequeñas

pero en la caza es capaz de competir

con un Galgo o un Mastín.

 

Luna de Requena, de color canela,

¡le hierve la sangre en las venas!

siendo el terror de Pixi y Lassi,

los felinos de la abuela.

 

Duerme pegada al radiador

abrigada hasta el hocico

cual tradicional masa de pan

que en todo tiempo hay que tapar.

 

De su amo fiel compañera,

viajera de invierno a primavera

y corre sin parar por la estación

haciendo galopar su corazón.

 

Luna en comer se afana

cuando olfatea las manzanas

pero prefiere las uvas encarnadas,

suculento manjar de las mañanas.

 

De mi hija es la alegría

con su dulzura y simpatía

y la sigue a todas partes

con sus ojos penetrantes.

 

Y de mi nieta mil historias vividas,

Luna es una parte a la que está unida

por tantas horas que han compartido

bajo la voz de su dulce ladrido.

 

Luna viene poco por Buñol

pero cuando lo hace se divierte,

tumbada en el jardín cara al sol

observando el nuevo ambiente.

 

Ahora nuestra Luna está malita

porque ya se hizo viejecita

y reposa en su cuna tapadita

con pastillas y dieta muy estricta .

 

Y si Luna un día se va al cielo

¡brillará como los luceros!

y la reina de la noche con sus misterios

la vestirá de plata y terciopelo.

 

Fina