evans

Detrás del velo

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La dama suave,

Lechos de durmientes,

Segados por la necedad.

 

Culto sin espíritu

Y palabras de un entendimiento

Claramente humano.

 

Sobre sus cabezas hay oro

Y debajo de sus pies iniquidad.

 

Deshacen la espiritualidad y

Producen mercancía de lo

Divino.

 

Se arrodillan delante de un

Trozo de madera y besan

Como judas el yeso frío.

 

Aman las riquezas y no

Se cansan de ella.

 

Sus cimientos son la

Hipocresía y sus pilares

La confesión.

 

Nacieron solo con una mejilla

Y aman las mismas cosas que

Un impío.

 

Derraman lágrimas, inclinados

Frente al altar, pero mueren

En su boca.

 

Me resigno a descartar que

Nacen flores vivas en el jardín,

Pero la abundancia de cizaña

Mata el trigo.

 

Sus corazones se emborrachan

De mentiras y los suspiros

Inherentes a sus indignaciones,

Declaran, como el sonido de una

Campana a medianoche, que detrás

Del *santo velo; el Mesías, jamás

Se bajo de la cruz.

 

                                                                   © Maximiliano Cabrera