Fernando de Lira

BEBAMOS

Mi maltratada vida

convertida en rosa

dejada y abandonada

se abrirá a la primera

sonrisa de la aurora.

 

Junto a ti bebimos

los vinos de mi patria,

de Colchagua, de Cauquenes,

de las viñas...

de mi padre.

 

Y en esas copas

también bebimos mis amarguras,

tantas veces bebimos

que mezclamos

las unas con las otras.

 

Hubo horas tristes,

horas de gozo,

horas que no soportan

imposibles...

horas no quemadas por la gloria.

 

Ni serán eternos mis llantos

ni eternas mis alegrías,

goza mejor la poesía...

mira que el gozo

como nace... muere.

 

Siempre estaré

para tus caricias

presto, para dártelas.

Tus ilusiones y las mías...

bebámoslas en una larga noche fría.