Laura

TORMENTA

de a poco la tormenta se adueñó de la noche

los relámpagos todo todo lo alumbraron

los truenos sonaron cual tambores en furia

el cielo se puso a llorar y ya no pudo parar

 

y de repente llega la calma a la noche

no hay relámpagos, nada la alumbra

no hay truenos, solo se escucha el viento

mas el cielo no deja de llorar y llorar

 

llanto del cielo revolcado por el viento

lágrimas que con fuerza se golpean

y mas llora por el dolor que crean

 

cuando la tormenta se adueña del alma

no hay relámpagos, no hay luz, no hay calma

truena el corazón, parece un tambor en furia

de los ojos empieza a llover y no va a parar

 

pero si la tormenta abandona el alma

sigue sin luz, no recupera la calma

no hay furia en los latidos, solo suspiros

de los ojos no deja de llover y llover

 

lluvia de los ojos cual manantial

empapa el rostro de dolor

sin consuelo, herida de amor...