Carlos Fernando

Piel de durazno

Piel de durazno, 

aterciopelada y fina. 

Así recuerdan tus pechos,

tu vientre núbil, las manos

que te hicieron caricias,

y se quedaron vacías.

 

Codicioso amante que apostó

lo que tenía

y perdió el azar.

 

Los años se llevaron 

hasta el recuerdo de tu rostro

y de tu risa.

 

En esta noche otoñal, 

solo las manos te recuerdan,

piel de durazno

redondeada y tibia.

 

Carlos Fernando 

31 octubre 2014