boris gold

Y EL DESTINO...DIJO NO

La ciudad de Buenos Aires se mueve cual película pasada a gran velocidad, con un sinfín de seres cumpliendo el rol que la vida les ha asignado, ella es la gran directora de esa infinidad de actores, que hacen su trabajo mayoritariamente a desgano, si apartamos apenas el diez por ciento de esos mismos protagonistas, esos si que están conformes con el rol asignado, el resto...CARGA LA CRUZ.

Pero el espectáculo debe continuar y ella se encarga de hacer que esa máquina no pare jamás.

Veinticuatro de Diciembre, el calor y la humedad casi quedan disipadas por la algarabía instalada, en la inmensa cantidad de transeúntes que pululan por las calles poniendo un toque de color.

Muchos van en busca de la oferta de último momento, para conseguir el regalito que no haga trizas el flaco presupuesto con el que cuentan, para de esa manera cumplir con los requisitos impuestos por los comerciantes, especialmente en estas fiestas.

Pero esto sucede con aquellos que de alguna manera, tienen con quién reunirse en torno a una mesa con familiares o amigos, pero en cuanto a la infinita legión de solitarios que albergan en su seno las urbes más populosas, la situación es diferente, no existe nada más alejado de la felicidad que estos días, para todos aquellos que desgraciadamente están solos, o los que por propia voluntad eligieron estarlo.

MARCELO era uno de esos, su tiempo transcurría entre la decepción y la incredulidad, la primera por no estar de acuerdo con los códigos imperantes en cuanto a elevarse socialmente y en segundo lugar, por no creer ya más en nada, en una palabra...SE HABÍA CONDENADO AL FRACASO.

Tenía todos los atributos para poder revertir esa situación y pasar a ser un triunfador, era bien parecido, joven y algo no muy común a su edad: inteligente y maduro, tal vez eso y sus nobles ideales lo llevaron a ello, sus principios y convicciones estaban tan arraigados en él, que le hicieron perder una guerra que antes de comenzar...ESTABA DESTINADA AL FRACASO.

La sociedad y los grandes conglomerados, están compuestos en su mayoría por un rebaño “de seres ovejas”que siempre van tras los pasos de algún improvisado, por lo general: MEDIOCRE Y AUDAZ. Está comprobado que si uno no tiene decisión de poder, padrino político o facilidad para los negocios no muy santos, está irremediablemente condenado a ser un eterno “PERDEDOR”, en este país la inteligencia...no reditúa.

Esta historia es una muestra de ello, nos encontramos con nuestro personaje cruzando la avenida CALLAO, ya había caminado un largo trecho por la calle CORRIENTES, si alguien hubiese observado su rostro habría notado la inexpresividad que había en él,     ninguna señal de nada, parecía un muñeco que seguiría caminando hasta que se le acabaran las pilas, triste destino de alguien preparado para otra cosa mejor, pero ¿qué estaba haciendo?¿hacia donde iba? y ¿por qué?, son muchas preguntas para quién no da ningún indicio de nada.

Siguió su camino siempre adelante, parecía un fantasma, chocó con algunos y otros lo insultaron, pero él siempre firme dejándose llevar por sus pasos, ¿qué misterioso destino lo esperaba?, solo el muchacho lo sabía, o tal vez no, al llegar a LEANDRO N ALEM se detuvo de golpe, cambió drásticamente la expresión de su cara, movía los labios como si estuviera conversando consigo mismo, acto seguido asintió firmemente con la cabeza...y se dispuso a continuar su recorrido.

Al instante se desencadenaron vario sucesos a la vez, la primera fue que al frenarse de golpe justo en la bajada que hay allí, sintió el impacto de alguien que se lo llevó por delante, era una muchacha que venía ensimismada en sus pensamientos y no tuvo tiempo de esquivarlo, el golpe lo tomó mal parado y por tal motivo se cayó al piso.

Mientras esto sucedía desde abajo tuvo tiempo de levantar la cara y vio la de ella, parecía una aparición divina por lo bella, la hermosa dama estaba tan compungida por lo acontecido que no sabía que hacer para que la disculpase, a continuación siguió su camino. A su vez él hizo algo que no estaba en sus planes, corrió tras la muchacha y al aparearse a su altura se dio cuenta que no sabía que decirle, le pidió perdón por haberse detenido de golpe, sabía que eso no tenía ni pies ni cabeza, pero esperó la reacción de la mujer.

Eso hizo que los dos al estar de frente se observaran detenidamente, en ella se dibujó una tenue sonrisa como dando paso a una conversación que él no desaprovechó, estaba como obnubilado por la belleza de la desconocida.

Caminaron un rato juntos, de repente ella se paró y le dijo: agradezco tu compañía y también tu simpatía, hacía rato que no tenía un momento agradable como este, pero te pido que no me acompañes, hacia donde voy...NECESITO IR SOLA, insistió tanto el joven pidiéndole, rogándole que lo dejara ir con ella, insistió de tal manera que la mujer al no poder “sacárselo de encima” se avino a dejar que la acompañase.

Tal vez ninguno de los dos lo sabía, pero seguramente había comenzado a actuar “LA FAMOSA QUÍMICA” de la cual tanto se habla, el destino que nunca pide permiso para entrar en la vida de alguien, se hizo presente...EN LA HISTORIA DE LOS DOS.

Al poco tiempo conversaban y reían como si se conocieran desde siempre, en ese ínterin sus pasos iban camino al río.

En un puesto de flores MARCELO le pidió al vendedor que le vendiese una rosa, lo pensó un poco y le dijo: mejor véndame dos, se las entregó a RUBÍ, tal el nombre de la que lo había impactado de esa manera, que con un mohín mimoso se lo agradeció, no se dieron cuenta siquiera que ya estaban frente a las aguas del estuario.

Los dos cambiaron drásticamente el gesto de sus caras hacía un rato alegres, por otro sobrecogedor, cual trágica novela que al llegar al final nos muestra un desenlace aterrador, así fue la reacción de RUBÍ cuando en un momento de éxtasis y mirando al río le gritó: TE OFREZCO ESTA ROSA EN HOMENAJE A UNA MUERTE QUE NO FUE Y A UN AMOR QUE VINO A CURAR MI SOLEDAD...¡POR ÉL VA LA OTRA!.

En ese momento y luego de escuchar las palabras de la chica, MARCELO se dio cuenta exacta que ella ¡ESTUVO A PUNTO DE SUICIDARSE!.

Se arrodilló, levantó la cabeza hacia el cielo y llorando desaforadamente gritó: GRACIAS DIOS, POR HABERTE TOMADO EL TRABAJO DE SALVARNOS A LOS DOS...

¡YO TAMBIÉN VENÍA A LO MISMO!

 

                                                             Boris Gold

(simplemente…un poeta)

www.wix.com/borisgold33/bgold