Mario G

Franlismar

Fue una tarde muy hermosa, el día que te conocí,

Recuerdo perfectamente, me miraste y yo te vi,

Andabas algo nerviosa, pero yo te sonreí,

Nada pudo detener el beso que en tu mano di,

Lamento que no haya sido en tus labios carmesí,

Inquieta, hermosa y fugaz, tu sonrisa para mí.

Solo en tu presencia grata yo me siento muy feliz,

Miedo tengo que te vayas, que me quede yo sin ti,

A Dios siempre estoy rogando que permanezcas aquí,

Recuerda mi reina bella que tú eres dueña de mí.