Me canta un cantito adentro del pecho,
la cascada se oye, ya no está muy lejos;
feliz, muy feliz me encuentro,
toda la familia nos vamos al río,
falta un corto trecho...
De mamá en su brazo, cuelga un gran canasto,
allí viene todo lo que comeremos;
nos vamos de pic-nic, es día domingo,
y la mesa haremos sobre el suave pasto.
¡Qué hermosos helechos!...
¡qué grandes los árboles!...
¡cuántos son los pájaros que remontan vuelo
ante nuestro paso!
Los niños haremos (tal vez a la tarde),
un partido largo con una pelota que trajo mi padre.
Ya estamos llegando... y lo que era un canto
se convierte en grito cuando veo el agua...
y me voy saltando entre mariposas
rojas y amarillas que salen volando.
El río golpea las rocas costeras,
golondrinas juegan en círculo amplio
que incluye un baño, pues corta el dibujo
el chorro del salto.
Monday precioso, frescura y gozo
contagias al campo...
¡Río que bendice a la ciudad de Franco!