Espera sólo un momento y espera a que éste se convierta en eternidad, entonces no te marches
Sólo miente de ello, di que te largarás pero entonces no lo hagas
Permanece allí, sentado a mi regreso.
Odiándome por no volver pronto, por no ser de ti
Amándome por darte lo mejor de mí, por esos minutos memorables donde mis gemidos valen más que los sermones
Sólo no te vayas y contempla conmigo el titilar de la nada, contempla conmigo el ensordecimiento del silencio
Ámame por siempre, pero no me condenes a ser prisionera
Soy libre, soy amor, soy una mariposa, soy mujer.
Por eso te pido, no me ates, déjame volar, déjame caer, déjame correr y así volver a ti
Así ir a todas partes, probar la aversión, probar la felicidad
Déjame olvidar la desventura,
Permíteme creer que nada es.
Aviéntame al abismo del placer
Y por último, besa mi dolor, pues es allí donde posa mi alma,
Besa mi dolor para hallar mi ser entre las lágrimas.