Vicente Martín Martín

Yo no fui un buen amante

Yo no fui un buen amante ni tenía

un libro dedicado en la mesilla de noche para hacerme el autista

los minutos después,

ni te quiero decir por qué aún me tiemblan las manos

y recurro a los mismos subterfugios

cuando alguien insiste en recordar los detalles

de la primera vez.

 

Pero tú no buscabas al amante perfecto ni al guaperas de turno,

tú sabías muy bien que lo infalible

siempre esconde una treta,

que no es bueno encerrar a los locos en su celda ni esconder en el sótano

los retratos

que no siguen los cánones.

 

Tú siempre me dijiste

que el amor era un niño que jugaba a los padres en cuclillas

y a las diez volvía a casa,

que no importa el juguete, sino el niño

y a veces ese niño,

casi siempre,

tiende a hacerse mayor y ya no sirve el muñeco.