Daniel Eduardo Mendoza Camarena

Soneto a mi esposa

Llama ardiente la puerta de tu boca;

noche estrellada, la seda sin fin

que tu cabellera toca el carmín

de tus labios que de amores se aloca.

 

Noche y día en tus ojos se abrillantan,

dulce belleza en sutil parpadear…

Loca cordura que me hace soñar

y verme en tus luceros que me encantan.

 

Un beso tuyo… rebosante miel,

alegre sinfonía de ternura

insólita y delicada en mi piel…

 

Más al pensar en posible ruptura

vuélvese la idea en tortuosa hiel

tornándose mi vida cruel y oscura.

 

Autor: Daniel Mendoza