maria_dg

VolvĂ­ a la mesa cinco...

 

Volví a la mesa cinco…

 

Un día cualquiera de este verano

caminaba por aquel barrio

con calles adoquinadas,

que tantas veces recorrí contigo.

Recordé mis pisadas inseguras

entre los desiguales adoquines

y volví a sentir tus recios brazos

brindarme seguridad.

 

Me envolvió el aroma de café

que salía de aquel lugar tan acogedor

donde tantas veces compartimos,

testigo de tantas emociones.

Mis pies caminaron solos,

y sin pensarlo mucho, me percaté

que había entrado y con ansias

busqué con la mirada aquel rincón,

allí estaba, ¡nuestra mesa cinco!

 

Sus maderas ya despintadas

aún guardaban su esencia.

Miré a través del ventanal

y pedí un café… como tantas veces.

Dejé vagar mis pensamientos y

en mi ilusión pensé que te acordaste

de acudir a nuestra mesa cinco.

¿Me acompañas a tomar un café?

 

Estoy en la mesa cinco…

 

maria_dg