Lincoyan del Rosario

ABUELA

 

Margarita inspiras alegría de primavera la guerra de la sonrisa, cada vez que te escucho eres símbolo de sabiduría relatándome de la paz de los pétalos al marchitar, para cada otoño me faltan hojas para dedicarle lo que siento para la vida en su forma de venus, y su síntoma protector de cuidar  la creación de tus hijos, gracias a tu vivir exploramos a marte como las palabras se hacen infinitas por la sola forma que siento su existir, las silabas brotan de su cultivo ramificando un árbol de fruto de gajos que complementa parte del reír.

No estuve en tu vientre, si en el de tuyo nació a quien me trajo al mundo, y ambas me han de cuidar como instinto natural llenas de fauna en que arropaban lunas con su menguante me relataba la historia de ratón Pérez, adivinanzas  que nietos mal interpretan por su sentido más su inocencia la libran de toda culpa, y las ricas sopas Magi con la magia que cumplía un buen gusto de cocina al recordar al  paladar  el poder enseñar con letras de fideos bocales a tus nietos.

 

Lincoyan del Rosario