Mike Rodriguez

ANHELO

 

Mirarte, solo mirarte

con el corazón del ojo

con éste cuerpo derritiéndose;

y no en páginas oscurecidas

ni en copias de ti

en miles de rostros

 

Hablarte, solo hablarte

con el pecho de la lengua,

briosa espada sonora

en el torbellino de tu oído

partiendo ritmos, compases,

temores de antes

 

Tocarte, solo tocarte

con la mirada de la piel

caricia de brasa a la nieve;

y entonces,

saberme aire viajero en la flor,

fluidez de agua en la ribera

y saberte oscuridad, luz, carne…