Natalicia

A Héctor

Naciste con hambre, con frío y sin lecho;

nadie jamás te dió la razón;

te esforzaste buscando el camino derecho

y poniendo a la vida sazón.

 

 

 

De la calle hiciste, tu casa, tu techo

y de la soledad el pan de cada día;

la vida fue injusta, un monstruo al acecho

y aprendiste a gritar "REBELDÍA".

 

 

 

La necesidad te obligó a ser fugitivo

te negaste a "encajar" en la sociedad;

más de toda patraña saliste altivo

por tu orgullo, tu vida; no hay otra verdad.

 

 

 

Te enfrentaste al mundo, lo haces aún

tirando la piedra, con el martillo y la oz

no hay quien te detenga, ni habrá ataúd

que calme tus ansias, que corte tu voz.