Y esta tristeza…hacia dónde?
¡Alegría, ven a mí! que me desangro
en rosas negras y rojas … ¡me muero!
Ven a taponar mi herida, oculta
entre el vello del olvido y la melancolía.
¡Alegría, ven a mí! Que yo te espero, Alegría.
Si el agua canta tu nombre, entre las piedras del río,
y a menudo eres cascada, que te derramas en risas…
¿por qué no matas o espantas a mis fantasmas de frío?
¡Alegría, ven a mí! Que hasta ya, olvidé tu nombre
¡Alegría! , ando perdido, perdida Alegría,
en un bosque sin remedio, ni luz,
que me atesora embarrado.
¡Alegría, vuelve a mí!
Que yo sigo aquí escondido
No tardes mi esquiva amada
¡Que quiero morir contigo!
¿Alegría, ven a mí?...
¿Y si tú, deseada Alegría, vivieras oculta en mí?...
¡Dame una luz que me guíe, que no me quiero morir!
Abrazado a la tristeza, esperando tu venir
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Y respondió la Alegría: “Tú... debes venir a mí”
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