Fernando de Lira

BELLA PRISIONERA

A la vida le pedí luz

y créeme

me encandilaron las estrellas

mi agenda

se repletaba de adioses

y mi corazón

triste y vacío de amores...

Me pregunté

¿Aquién le regaló

la abeja su miel?

y la respuesta la encontré

en tus besos...

Mirar tu cuerpo

era ver las estrellas

ver lunas

ver constelaciones acumuladas...

Y llegó el otoño

deshojando flores y árboles

sólo faltó

que deshojara

mis sentimientos...

Pedí a Dios una luna

una luna grande

que iluminara para siempre

mis noches tristes.

No más lágrimas

no quiero regar ausencias

te quiero aquí

como bella prisionera

te haré un cerco

de estrellas luminosas y eternas

en esta tarde

de vientos suaves

y frente a ti

desnudaré una a una

mis palabras...

Esta noche

no habrá estrellas

en el cielo

solo mi corazón

acostumbrado a los dolores

te acercas...

pequeña prisionera

 y me pregunto

quién sazonó

la fruta de tus besos.

Pareces una estatua

bella, callada

con tu calor

incendias el agua

y eres el grito de mis delirios.

Me pregunté

si cuando llovía

se mojaban las estrellas

mientras hojeaba

tu historia y la mía

sin rubores

y con el alma extendida.

¿Jugué al amor?

No, pensé

quien juega al amor

se pierde

al igual que en el mar

los ríos...

Me arrimé a un pozo

para escuchar el eco

de mis dolores...

y quise ser viento

para besar tus labios 

sin verte

pareces una viajera

llena de amores

y pareces una guitarra

con cuerdas de melodías...

La tarde nos mira

la luna nos mira

la noche suspira

y fueron eternas

nuestras alegrías.

Amor. ¡Recuerda!

en la vida

así como el gozo nace

así el gozo muere,

pero fue la noche

más sensual 

de nuestras vidas

tan sensual...

¡Qué se ruborizó la aurora!.