Julian Moreno

Lamento de Dracula.

Un grito a lo lejos ponía alerta mis ojos,

Con sed de cazar algo, ya que tengo sed, decido dejar mi fría cama,

El ver el brillo de la noche me obligaba a pensarte, 

Al verte dibujada en aquellas nubes grises que decoran aquella manta negra.

 

Una húmeda y fría navaja bajaba y hería mi rostro.

 

Candela que estas a la par de mi amargo ataúd, 

Que me vigilas en mis largas noches,

Abro mis sentimientos a tu brillante llama  que me hace compañía,

Cuando mi única razón de amar…vive…. Nada más en mi mente.

 

Corriendo bajo la lluvia, mojando mis zapatos me detengo;

 Y aquel camino adonde una vez ame parece un rio,

El agua que cae del cielo esconde el agua en mi rostro,

Pero en mi corazón lo que me termina de matar… un cuchillo.

 

Bajo la sabana que cubre la noche veo las estrellas,

Las observo y no te veo en ninguna de ellas.

 

Subí a aquella punta de aquel gris castillo, me senté, y te pensé;

La luz de la luna era mi única compañía,

Al menos alguien estaba conmigo, no como en el día.

 

Aquel rojizo olor de tu sangre viajaba por la brisa que acariciaba los árboles de

El triste bosque en el cual una vez jugamos a amarnos.

 

Yo no sé qué sucedió, pero todo acabo, 

No estaba en mis planes pero en mi corazón la maldita lluvia cayó  y mi amor se apagó

 

La noche que me dejaste pensé que hice bien y te deje escapar,

La luz de la luna es mi mejor testigo,

Te vi de blanco diciéndome adiós.

 

Aire, a ti te pido, que tomes mi último aliento para ella y le digas cuanto la extraño,

Me duele seguirte amando, tú ya me has dejado

 Espero que lo entiendas,

Para ti, ya no me quedan lágrimas suficientes, 

Espero que algún día tú lo entiendas.