Raúl Daniel

Así terminan las cosas...

 

Nuestra historia fue un desastre,

aún desde el comienzo;

tú no querías amarme,

te resististe a hacerlo...

y así es imposible,

por más que yo haga el esfuerzo.

 

Nadie lo ha hecho como yo,

y aunque tú quieras negarlo...

y me dices que hubo otro,

¡hoy me permito dudarlo!

 

Yo mismo paré este amor

porque me está por matar;

ya más no te puedo dar,

¡porqué no existe más!

 

Todo hice, todo di

y aún voy a continuar;

por siempre te voy a amar

y aún moriré por ti.

 

Sólo pararé de verte,

daño por daño es lo mismo...

Si no te veo me muero,

y viéndote tal mal me haces,

que sólo es sufrimiento,

no da gusto así tenerte,

perderte o no perderte,

es igual: ¡La misma suerte!

 

Por eso es que corto esto,

por eso es que me alejo

y no creas que te dejo...

si tú me amaras un poco...

¡Yo pondría todo el resto!

 

Pero no poniendo nada,

y hasta aún resistiendo,

mi amor: ¿Que quieres que haga?

¡Así no existe “Lo Nuestro”!

 

¡Sólo existió “Lo Mío”,

sólo lo que yo di,

sólo lo que te quise

y lo que hice por ti!,

tú sólo lo recibiste

porque era consolador,

te calentaste un rato

al lado de mi calor.

 

Pero todo sólo fue

la parte que puse yo,

“Nuestro Amor” fue “Mi Amor”,

no hubo tal cosa “Nuestra”,

y, lo que lo demuestra:

es que aún al terminarlo,

¡sólo yo siento dolor!

 

Yo sé muy bien lo que eres,

no creas que a mí me engañas,

te quise porque lo quise,

¡aunque tú sólo me dañas!...

La vida ha de continuar,

no serás tal vez mi esposa,

pero de alguno has de ser;

tú eres una mujer...

y así terminan las cosas...

 

Yo, muy bien, no sé qué haré,

tal vez haga muchos viajes,

solo, con poco equipaje,

pocas cosas llevaré:

 

Mis poemas, mis recuerdos,

mis libros y, ahora que pienso,

no llevaré mis sueños;

¡Si, mis sueños dejaré!

 

Ellos quedarán contigo,

tú misma eres esa parte…

y amarte, por donde vaya…

¡Nunca dejaré de amarte!