Ramón Bonachí

MI BELLA DAMASCENA

 


Naciste damascena en mi rosal
creciendo de manera sorprendente
hermosa y perfumada ante la gente
temía te rompieras cual cristal.

 

Llegaron inquietudes al final
robando tu inocencia de repente, 
te fuiste como todo adolescente
dejando tu perfume en mi portal.

 

Mi rosa, siempre fuiste lo primero.
te quise como nadie te ha querido.
dejaste sin colores el florero.

 

A veces me pregunto: ¿\"Habré aprendido\"?.
Adiós a la labor de jardinero
es ley de vida, acabo convencido.