Letal ataque a las venas que recorren mi cuerpo,
son tus besos, que iluminan con versos mi noche.
Si la espera regala días hechos versos,
eternamente esperaría, por sólo el recuerdo
de tus manos alrededor de mi cuerpo.
El credo de mis latidos, está robando mi aire,
y mientras la odisea, mirarte a los ojos
resaltar tus ansias que junto a las mías,
dominaron la danza de la noche
y mis caderas durante el resto del día.
Las manecillas del reloj, ágiles se convirtieron,
cuando se fusionó nuestro palpitar,
mis poros llenos de ti, no ocultan su felicidad,
provocando escalofríos y sacando sus pinceles,
para una sonrisa pintar.
Los rumbos surcados en mi cuerpo por tus falanges,
un sentimiento que nos unió por segundos de espera,
y vos como tinta indeleble en cada centímetro de mí
te has incrustado y dejado tu estela ardiente
que acelera mis latidos, que aumentan mis sensaciones.
Y con la vista al horizonte, una lágrima ha surgido,
por un cocktail de emociones que ha nacido,
en este músculo latente, donde te has posado,
y conspirando con mi garganta, creando un nudo
mis versos día, mis versos noche han salido.