Joseph Octavius Moral Lope

Lapsos

Inevitable, como la muerte,

seguirá tu imagen oscureciendo los

parques y las estaciones. Tu rostro

en mi mente es una frontera que

me aparta del sentido de las cosas:

El pulso de la guitarra es mera

resignación y el júbilo de cada

libro hojeado se a vuelto tristeza

recrudecida. Volviste cada calle,

cada plazuela, los mares sin quietud,

las sonrisas lacónicas, los aniversarios

y cada cosa de este mundo en marcos

vacíos, en libros sin literatura, en horas

sin aplomo ni presencia de amigos.

A veces, en las noches sin rumbo,

te pareces a mi muerte cuya hora está

escrita en algún volumen de una biblioteca

extranjera.  Pienso en ti como en algo que

era inevitable, como la muerte, pero no

me basta ser Werther ni ser uno de tus

recuerdos extraviado en la última

estantería de tus pensamientos.

Borraste de la suma de mis días el porvenir

y el efímero presente. Vivo en esas ruinas,

en la misma noche que te tuve. Aún tu

retrato permanece boca abajo.