SEBINDUSTRIAL

COMO LOS ENGRANAJES

No quiero ver, no quiero sentir, no quiero admitir estar en este lugar, ya no veo a los hombres moverse por su voluntad, sino actuar en función de quien les ordene.

Como si los sentimientos ya se hubiesen esfumado de las almas de todos los hombres, sus corazones de metal, sus almas mas oscuras que el petrolero, se han apropiado de sus deseos.

Me siento obligado a ser como ellos, a ver como ellos e incluso a sentir como ellos, como cuando un motor sin pensar ni si quiera en su existencia, hace su trabajo solo porque otro lo manda.

Insignificante soy, tal como mis aspiraciones opacadas por el crudo raciocinio del humano, mecanizado y robotizado, sin una razón que justifique su abatida existencia.

Pero me niego ha ser la tuerca de un armatoste descompuesto, prefiero seguir mi rumbo intentando ignorar la influencia de una sociedad que se mueve sin anhelar, tal como los engranajes.