Nathalia Padilla

Hacedora de sonrisas

No he podido dejar de pensar en usted.

Mi cuerpo siente escalofríos al recordar su calidez.

Recuerdo su ternura en mis huesos y su dulzura clavada en mis pupilas.

 

A veces pienso el porque el estos encuentros

y al mismo tiempo agradezco todos estos sucesos,

que como hoy, me trajeron el alma al cuerpo,

y me hicieron saber otra vez que siento.

 

Gracias a usted, la dama que me estrujó el corazón con un beso

Gracias a usted, que trae en un minuto el más bonito pensamiento.

Pediré por usted noche y día.

La bendición que me dió, será una eterna melodía que compartirán su esencia y la mía.