Esperpento

Quimeras

(Quizás al leer esto, tu apellido de dos erres

vomite en tiempo futuro

la bilis que arroja cuando me piensa...)

 

Ya soy por ti,

hace demasiado tiempo,

mis próximas palabras:

 

A veces el cielo se ahoga y necesita

morir de estrellas o mirar despacio

el crecer de un momento...

Yo siento que en ti seré

algo menos que una suave brisa

en tu duro mármol

(que hasta el aire te hiere),

y que las alas rotas siempre llegan,

dondequiera, demasiado tarde.

 

Y debería siempre no,

y no,

y no,

y no,

y no,

y no...

porque en ti no merezco,

y tengo mil razones

para ensancharte los brazos,

para juzgarte los labios,

para reírte el tacto,

para soñarte el tiempo,

para limpiarte el cuello

lentamente a besos...

y debería no,

porque tengo

y no merezco

el por ti envidiar del futuro,

el robarte del tiempo,

el quitarte el sueño

que conmigo no has tenido;

la pozoña plural del agua perdida

en mis mejillas si no te pienso;

el suspirarte a la Luna

o el Sol que brilla de otra manera

cuando río y tú.

 

Y sólo son quimeras,

pero tu cara ensombrece mi cara

y tus manos de ciega palpan las mías

quitándome el aire

que desde mí con tu boca respiras

mientras no merezco

el ser por ti siquiera un momento

que se rompe según pasa, doliente,

o la hoja viviendo en decadencia

a que la pise el tiempo y a esperar su suerte

conexa a la tierra y al viento

(porque también eres viento)

que la arranque de su vida.

 

Porque a veces el cielo se ahoga y necesita

morir despacio o mirar como estrellas

el crecer del momento en tu saliva,

el cazar de tu mano,

el bombear de tu pecho,

el calor de tu frente,

el calcarme la pupila,

el tiempo en tu beso,

el rugir de tu vientre,

el tu boca y la mía,

o el sentir de tus ojos, nunca tristes,

graduados sólo para mí,

subir lentamente a mis ojos

mientras ya despierto...

y mi propio silencio tiene tu voz ajena.