idalia1609

marinero.

Y voy navegando por los mares de ésta vida,

pescando de ellos lo que se pueda.

Contemplando en mi viaje el claro cielo.

El viento fuerte, mece mis velas.

Y la braveza de la mar se levanta.

El deseo loco de estar en casa,

Y las ganas de ser labrador en tierra,

mucho más que del mar ser un monarca.

Soy como aquel que vive en el desierto,

del mundo y de sus cosas olvidado.

Despúes del tempestuoso día,

la tarde clara suele ser grandiosa,

que despúes de una noche tenebrosa

el resplandor del sol placer envía.

Y así pasan los días y el padecer del alma mía,

con la tarde cálida es gozosa,

que se entrega a una hora y reposa,

de todos los trabajos que tenía.